jueves, 15 de diciembre de 2022

No estaba muerta, estaba de parranda

 Han pasado un porrón de años y pasado un sinfín de cosas en mi vida. No sé por qué descuidé el blog. (por tonta, por dejada, por aburrida, por Tofino... ya se me está yendo la pinza) el Menda sigue en su línea y los Menditas van creciendo y van dándonos más y más problemas, pero es ley de vida. Hoy estoy más gorda pero más madura, como una buena manzana, más sincera, más segura de mí misma, menos activa, más empastillada pero más consciente. He vivido nacimientos, muertes, enfermedades, conflictos, una pandemia, una erupción volcánica, una moción de censura, la muerte de Isabel II y mucho más. He reído, he llorado, he soltado lastres, he viajado, he ido a conciertos, me he puesto a dieta 1000 veces y la he dejado 1001 veces, he follado (poco, por cierto), he vivido y seguiré viviendo un poco más si Dios (y este cuerpecito mío) me lo permite. Y voy a intentar retomar este blog, aunque me lean 3 gatos y no comente ninguno. 


miércoles, 9 de enero de 2013

Silencio...

Echando la vista atrás me doy cuenta de que mi curriculum sentimental ha sido muy corto. Varios rollos de una noche y una relación seria con el que es ahora mi marido. Y todo por los silencios. Hay síes y noes que pueden cambiarte la vida. En mi caso son los silencios los que han marcado mi existencia. Con mi primer gran amor, con el que no llegué nunca a nada, el silencio fue el protagonista de nuestra primera y última cita. Él quería quedar conmigo fuera de clase y saber un poco más de mi. Yo no sabía qué decir ni qué hacer y ahí me quedé, callada como una muerta, sentada en el muro y columpiando los pies. Con los años conocí a varios chicos y con todos fue lo mismo, rollo de una noche, cuatro besos y a casita. Si te he visto no me acuerdo. A los que volví a ver no les volví a hablar, no por nada, simplemente porque no surgió la ocasión. Después al par de años me volví a enamorar de un compañero, y aprovechando una fiesta y sin mediar palabra, decidí lanzarme y le besé, con tan mala suerte que él pensó que yo estaba borracha y se fue, dejándome plantada. Al par de días hable con él para pedirle disculpas por mi osadía, y él, muy amablemente achacó mi osadía a los efectos del alcohol. No me atreví a decirle que estaba loca por él, que hubiera dado cualquier cosa por conocerlo más, y una vez más el silencio fue la tumba de este amor. Pasaron unos cuantos años igual, con rollos de una noche o de un fin de semana, hasta que un par de meses antes de conocer al que hoy es mi marido conocí a un chico maravilloso, Pedro, estudiante universitario con el que compartía muchas cosas: ambientes, música, clases, grupo de amigos... Un día, coincidiendo con una fiesta, Pedro se decidió a pedirme que saliera con él, pero mi silencio fue otra vez traicionero y el pobre Pedro se fue, pensando que mi intención era pensármelo y darle una respuesta, pero la respuesta nunca llegó. A los pocos meses conocí al que es mi marido, y empecé a salir con él tres meses después de conocerle. Con él no hubo silencios, más que nada porque él tenía bastante labia y si yo me quedaba sin palabras ahí estaba él para sacar alguna conversación. Pero tres años después llegó una tercera persona que realmente me ha interesado siempre. Con él los silencios son intensos. Porque los dos sabemos lo que hay entre medio de esos silencios. Son silencios que hablan solos. Los dos tenemos nuestras relaciones serias. Pero platónicamente y en silencio mantenemos una relación intensa. ¿Qué hubiera pasado si en su momento uno de los dos hubiera roto el silencio y se hubiera decidido a dar un paso más? Lo nuestro es completamente platónico, porque de hecho no nos vemos y ni siquiera hablamos, algún mensaje de vez en cuando y poco más. Pero los dos sabemos que el otro está ahi. Nuestra oportunidad pasó el día que el silencio se apoderó de los momentos que nos vimos frente a frente. Y ya hoy, si la vida sigue transcurriendo como hasta ahora, no cambiarán las circunstancias. Él tiene su pareja, por cierto muy parecida físicamente a mi. Yo tengo mi Menda y mis hijos, a los que no pienso dejar. Pero de vez en cuando nuestros caminos se cruzan y hablamos de lo humano y lo divino. Pasamos un rato hablando de nuestros respectivos problemas y consolándonos uno a otro. Pero sin pasar de ahí. Y todo, porque un día el silencio se adueñó de un momento que podía haber cambiado nuestras vidas. Para siempre. ¿Qué hubiera ocurrido?

martes, 8 de enero de 2013

De pavos y pavas...

A veces nos pasan cosas en la vida que, sin tener gracia ninguna, resultan cómicas en el entorno que ocurren y en las circunstancias que aparecen. La última fue la aparicion de una acosadora que llama y escribe mensajes a mi marido.

Un día al subir del bar me llamó la atención que mi marido estaba en el baño con el móvil. Lo he visto entrar con periódicos, catálogos, revistas, etc, pero nunca con el móvil. Yo oia además el manejo del teléfono, puesto que sonaba la entrada de un mensaje vía whatsapp y el tecleo de una respuesta. Viendo que la estancia en el baño se prolongaba más de la cuenta decidí mandarle yo misma un mensaje para recordarle que tenía que salir, pero no me respondía, aunque seguía oyendo el teclado. Cuando por fin salió y se fue a acostar no pude aguantarme y cogí su móvil, pero no vi nada raro. No dije nada y me acosté. A la mañana siguiente mientras íbamos en el coche a la oficina me sorprendió una pregunta:

- Mira, el Whatsapp ese, ¿se puede borrar del movil?
- Sssssssiiiii, claaaro... ¿por?
- Naaa, que no lo quiero, porque escribe todo el mundo y no me gusta

No quise preguntar porque no sabía por dónde iban los tiros, pero sí que le expliqué que se pueden bloquear destinatarios, eliminar chats, etc. Por la noche volvió al tema del whatsapp, pero esta vez con cara de preocupación, preguntandome si podía hacer que una persona no le escribiera. Yo le volví a explicar que se puede bloquear y desbloquear un contacto al antojo, pero ya ante tanta insistencia pensé que era hora de preguntar por qué esa curiosidad... y le pregunté. La respuesta fue un poco la que me esperaba, que no le gustaba que la gente le escribiera y que cualquiera podia mandarle mensajes,y que yo también era una pesada. Se fue al bar (como todas las noches) pero al subir tenía cara mucho más preocupadaque antes de bajar. "Tenemos que hablar. Tengo que contarte algo". Esta frase en boca de cualquier persona puede parecer algo muy grave. En boca de mi marido significa que lleva varios días dándole vueltas a la cabeza por alguna cosa que considera que me va a cabrear mucho. Nos sentamos en la mesa para hablar. Y cuando ya me esperaba cualquier cosa...
- Mira, es que tengo un problema
- a ver,cuentamelo.
- es que no sé como contartelo... es que hay una chica en el bar que no hace sino mandarme fotos y mensajes
-...
- lleva así varios días... empezó con la tontería de saludarme, pero me manda fotos y unas fotos...
- Pero... ¿la conoces?
- Sí, si, claro que la conozco, y tu también la conoces
- ¿EINGGG?
- Si... bueno... es una vecina... de aqui
- ...
-Sí, del edificio... ¿te acuerdas del chico ese del pelo corto que va siempre en chandal? pues la mujer de él.
- Espera... ¿que tiene 3 niños? a él loconozco, a ella no, no sé quien es
- Si, ese, bueno, esa, si, ella si que te conoce
- Me habrá visto, conocerme lodudo, pero bueno que no pasa nada. ¿tú estas buscando algo con ella?
- NOOOOO PARECE MENTIRA, TE LO ESTOY CONTANDO
- Y...  ¿por qué a ti? ¿no le vale su marido?
- No sé, sé que no soy el único, pero que va, tengo que cortar esto.
- Bueno, no pasa nada, ¿ese era tu gran problema? Si no quieres nada con ella díselo, tendrá que entenderlo, no es tan grave.

Al día siguiente de esta conversación, bajó de nuevo al bar. Cuando subió daba la impresión de que se habia quitado un peso enorme de encima

Ella bajó también al bar, pero esta vez con su marido. En un momento que el mío salió del bar a fumar ella salió detras para hablar, pero mi Menda le dijo que no estaba interesado en ella. Que estaba a gusto conmigo (gracias por esa verdad "a medias" ;) ) y que no quería estropear su relación por nada del mundo. Ella reconoció que no estaba a gusto con su marido y que si seguía con él es porque no encuentra trabajo, y por eso iba echando anzuelos por ahí a ver si alguien picaba. El le dijo que no tenía problema en llevarse bien con ella pero solo como vecinos que somos, nada más. Así que la cosa quedó ahí. De vez en cuando pregunto por ella pero a mi Menda no le gusta tocar el tema y enseguida cambia de coversación, pero me he enterado que va detrás de varios vecinos más, y parece que ya alguno ha caido. Lo que me lleva a pensar. ¿Cómo se puede ser tan estúpid@ de, estando casad@,  tener un affair con una persona que vive en tu mismo edificio? ¿Es que quieres que todo el mundo se entere? ¿No ves que algún día alguien se irá de la lengua?.  Además en el caso de esta chica me da la impresión  que, en el momento que encuentre un hombre que sea capaz de mantenerla o de encontrarle un trabajo mandará a paseo a su marido y lo meterá en su casa. Casualmente hace dos dias, la víspera de Reyes subí con ella y su marido en el ascensor, con tan mala suerte que fue uno de esos días en los que iba yo cabreada con los niños y con el Menda. Subíamos desde el garaje, los niños griitando y yo mandándolos callar, y cuando llegamos al 0, ella la mar de cariñosa
- ¡Hola chicaaaa!
- Hola, buenas noches.
- Ayyy los estaba oyendo desde abajo, los niños gritando y los oia a ustedes y  pensaba, estos son Menda y sus niños! Yo a los míos los tengo recluidos en casa, si se juntan el pequeño mío y el tuyo seguro que hacen buenas migas...
- Ah, pues si quieres te mando a los mios un rato para que jueguen con los tuyos... si quieres toda la tarde
- Ayyyy pues como quieras, a mi ME ENCANTAN LOS NIÑOS, POR ESO TENGO 3!!!!

Esto último lo dijo con retintín, como dando a entender que ella es una pedazo de madraza y las demás no tenemos paciencia para criar a los nuestros, que para tener niños hay que ser como ella.... a mi también me encantan los coches y no por eso tengo 3... Además como soy mas chula que un ocho, le espeté

- Siiiii, si a mi tamnbién me encantan, y tendria otro más, es más, yo siempre he querido 3, pero mi menda no sirve para esoooo (ahí te queda, que si te lo querías tirar para vivir con él, no te aguanta dos asaltos con niños en casa)

- AJAJAJAJAJA PUES YA SABEEEES, A POR OTROOOO, O MEJOR A POR LA NIÑA, MENDAAAA

Menos mal que se cerró el ascensor y que yo soy más paciente que el santo Job, porque si no me veo enfrascada en una pelea de barro... ¡¡¡¡¡PEDAZO DE ....!!!!!

P.D. Aún he cotilleado en el movil de mi menda y he visto un mensaje de la muy .... felicitando el año nuevo...

jueves, 3 de enero de 2013

Consumismo va, consumismo viene

En el ecuador de las fiesta navideñas, la rutina de todos los años se repite una y otra vez. Bombardeos de anuncios de perfumes, centros comerciales, juguetes, turrones, que empiezan en noviembre y se van incrementando en el tiempo hasta que llega un momento en el que hay más publicidad que programación. Películas que comienzan y acaban con un paisaje nevado y besos y abrazos por doquier. Luces en las calles, en los balcones, en las casas... MMS, SMS y mensajes por Whatsapp, Line, Viber y demás felicitándonos la Navidad, el Año Nuevo, los Reyes a ritmo de villancico y textos, unas veces sentimentales y otras tirando al cachondeo y al sarcasmo. Todos, el que más o el que menos se ve influido por esta rutina que a unos lleva a comprar regalos, a otros a comer los dulces y salados típicos de la época y a otros a aprovechar a escapar de la rutina para irse a latitudes más cálidas. Cada vez menos gente disfruta estas fiestas por lo que realmente significan: El nacimiento de Jesús. Nacimiento que, en realidad no fue tampoco en esta época y que los primeros cristianos señalaron para poder coincidir con la fiesta del nacimiento del Dios Sol de los romanos y que, posteriormente usarían para convertir a los pueblos paganos. El Nacimiento de Jesús, según las teorías más ajustadas a los textos bíblicos, sitúan la fecha entre Septiembre y Octubre, en cuya época sí es factible que los pastores estuvieran en pleno Jerusalen cuidando sus rebaños al aire libre y que, en pleno invierno sería imposible por el frío de la zona, al igual que los censos de población que se nombran en la Biblia y que en invierno hubieran sido complicados de hacer. En mi casa se ha vivido siempre la Navidad desde su significado católico, lo cual no significa que se hayan dejado de lado las tradiciones paganas. Espero poder inculcarles a mis hijos esta misma forma de vivir estas fiestas, y no solamente pensando en comprar, comprar y comprar... Total, ¿para qué? ¿para tener cosas que no necesitamos y presumir de ellas delante de gente que no apreciamos para que no nos hagan ningun caso? ¿Algún día nos daremos cuenta de que la mitad de las cosas que tenemos no las necesitamos?

martes, 1 de enero de 2013

Que te vaya bonito...

Otro año que llega. ¿Y qué? Días como hoy no me dicen nada. Un día como otro cualquiera. ¿Qué tiene de original? ¿que nos damos un beso cuando nos vemos? ¿que nos deseamos lo mejor de lo mejor hoy cuando el resto del año hemos estado criticando, insultando, maldiciendo? No sé ser falsa. Se me nota en la cara, en los gestos. Si no me caes bien es mejor que no te me acerques a darme un beso. Porque lo vas a notar. Vas a darte cuenta de que no me apetece en absoluto. Vas a notar mi rechazo, mi resquemor. Vas a sentir que, si finalmente tengo que hacer alguna muestra de cariño va a ser forzada, no sincera. Vas a verlo desde muy lejos, sin necesidad de decirte yo nada. Porque mi apreton de manos va a ser un roce desganado. Mi beso no va a rozar tu mejilla. Mi "FELIZ AÑO" va a sonar a "hace buen tiempo hoy". Podrás decir que me viste, que te saludé, que te felicité y te deseé, no lo mejor, sino lo que te mereces. Pero no podrás decir que te lo dije de corazón, sólo tú y yo sabremos que fue un simple formalismo que no fue más allá. Mi único deseo sincero fue el de que el nuevo año te traiga lo que te mereces. Tu conciencia ha de decirte qué es lo que te mereces. En tus manos está. Que seas feliz.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Todos tenemos secretos...





A ver, que levante la mano quien no tenga un secreto... Hmmm demasiada gente. No es verdad, no me lo creo. TODOS tenemos algún secreto que no contamos. Hay secretos que son vox populi, nosotros no lo hemos dicho pero todo el mundo lo sabe, hay secretos de alcoba, perversiones, secretillos infantiles, secretos terribles... Pero todos tenemos algo que no contamos. Y dentro de esos secretos que se supone que todo el mundo sabe, siempre hay algo que no sabe nadie. ¿Por qué esa manía de proclamar a los cuatro vientos que no tenemos secretos? Yo reconozco que si que los tengo, un poco de todo además: tengo un secreto que me atormenta, secretillos infantiles que me da vergüenza contar, alguna perversión, secretos que quedan en casa, secretos que no son para nada secretos... eso no implica que piense yo que todo el mundo tiene un poco de cada cosa, yo me refiero aquí a mi caso. Pero me fastidia la gente que dice que no tiene ningun secreto, que su vida es un libro abierto, porque estoy segura de que no puede ser cierto. También me da miedo, porque cuando mucho insisten es que no es verdad... ¿acaso tienen que justificarse? Pienso que ese tipo de personas son las que más tienen que ocultar. Este blog, por ejemplo, es uno de mis "secretillos", lo uso para desahogarme pero ningún amigo ni conocido mío sabe de su existencia, ni quiero que lo sepan; a veces escribo entradas que no publico, solo para sentirme mejor y no mandar a paseo a más de uno. Además, ¿qué sentido tiene la vida si no tienes alguna cosita que te guardas para ti misma, con el morbo de si me descubriran o no?

Inocencia interrumpida

Todo el mundo está conmocionado estos días por la tragedia ocurrida en Estados Unidos, la matanza de una escuela en la que fallecieron tiroteados 20 niños y 4 adultos. ¿Qué esta pasando en nuestra sociedad?¿Qué puede llevar a un chico de 20 años, aparentemente normal, a matar a su madre y después ir a un colegio a disparar a diestro y siniestro? Yo misma siempre fui una niña, no inadaptada, pero a la que los niños dejaban de lado y poco sociable, pero nunca se me pasó por la cabeza hacer daño. Simplemente me adapté a ello y me relacionaba con la gente que se me acercaba. Era mala en gimnasia y los niños se reian de mi, pero no era algo que me preocupara demasiado, me preocupaba más por buscar una causa para la exención de la clase de gimnasia que por intentar acabar con los insultos. Ahora está muy de moda el tema del bulling, en nuestra época esa palabra ni existía, pero el alcance de los insultos y las críticas de los niños se limitaban a la clase, y si eras realmente muy muy malo, como mucho a un par de cursos por arriba y por abajo. Hoy en día con las redes sociales el acoso infantil ha llegado a extremos realmente terribles, ya que un insulto de tus compañeros de colegio puede llegar a medio barrio, y con el auge de los videos a cualquier parte del mundo. Y cuando eres adulto y tienes la cabeza bien amueblada y estás seguro de ti mismo este tipo de cosas te pueden provocar risa, rabia, indiferencia... pero en la mente maleable de un niño o un adolescente el mundo se desmorona a su alrededor, el suelo se cae bajo los pies y se le pasan por la cabeza mil y una cosas que no cuentan a nadie por miedo a más burlas o insultos y que hacen que vaya poco a poco cayendo en una espiral de miedo, vergüenza, depresión, rabia, etc. Ese mismo exceso de información lleva a la curiosidad natural que puede desembocar en encontrar un escape en temas no adecuados para la edad del niñ@ o adolescente, tales como la tortura, el sexo o, en extremos, el pensar en cómo acabar con esas personas que nos están haciendo tanto daño. Cuando tienes hijos y ves estas cosas te entra un miedo atroz porque piensas ¿y si a mi hijo le pasa esto? ¿Qué tengo que hacer para proteger a mi hijo de esta clase de cosas? HABLAR. Ante todo dialogar. Mostrarle que pueden confiar en nosotros, aunque nunca lo va a hacer del todo. Mostrarle que es una bella persona, que tiene sus defectos y que nadie es perfecto, que esas imperfecciones nos hacen únicos y exclusivos, y ante todo y sobre todo que nunca les vamos a abandonar, somos sus padres, les dimos la vida y por ello los queremos, en lo bueno y en lo malo.